Preparando las notas sobre las bicicletas (hay otra más en las gateras), recordaba mis épocas de adolescente. Allá lejos y hace tiempo, la bicicleta era mi medio de transporte favorito para ir y venir los fines de semana.
Cada tanto, me gustaba pedalear hasta el predio de Santa Catalina (declarado Lugar Histórico Nacional en 1961 y, en proceso para ser declarado Reserva Natural Provincial), donde hoy están el cementerio, conocido en la zona como el cementerio de los disidentes (protestantes) y la facultad de Ciencias Agrarias de Lomas de Zamora, y que fue el primer lugar de asentamiento de mis antecesores escoceses cuando desembarcaron por estos pagos, allá por 1825. Es un lugar sumamente arbolado, casi de campo; el cementerio tiene ese aire a campiña que invita a caminarlo lenta y pausadamente, absorbiendo su historia, imaginando las historias de amor o las angustias ante las pérdidas tempranas que se intuyen en las palabras labradas en las lápidas que aún están legibles.
¡No se preocupen!, ya dejo de divagar y llego al picnic.
Como les decía, en ese época, me conformaba con subirme a la bici, prepararme un pebete de jamón como snack, llevarme un buen libro para leer recostada en el pasto, y contaba con llegar de vuelta a casa en horario para el té.
Hoy, cuando planeamos una salida así, planeamos un picnic, es un acontecimiento y ya no viajamos tan liviano.
Nuestro equipo "a dos tapas":
La canasta de dos tapas: La encontré en mi baulera cuando me mudé a uno de mis departamentos, polvorienta y con alguna mancha de pintura (que aún conserva). Nada que no se pudiera remediar con agua y un cepillo. Puedo resistir la tentación de comprar una canasta, difícilmente me resista a una canasta abandonada a su suerte.
Practiquísima y ... aparentemente sin fondo, por su increíble capacidad de carga. Para picnic o de vacaciones, si viajamos en auto, es casi siempre de la partida.
La mesa nos la regalaron esta última navidad. Aún no la hemos estrenado. Así se ve cuando está plegada. Se guarda en un espacio mínimo, se puede colgar fácilmente y siempre viene bien como mesa auxiliar o superficie de apoyo de emergencia. No estoy convencida 100% que sea práctica para llevar en el baúl del auto porque tiene una forma extraña y ocupa mucho lugar.
Un par de jarros térmicos, el termo, un set de platos y cubiertos de asado. No, el pelapapas no es parte del juego de cubiertos. Pero, dondequiera que voy, me gusta llevar un pelapapas. Es uno de esos utensilios que extraño cuando no tengo el mío, y no me llevo bien con los cuchillos para esa función. Así que, le encontré un lugarcito allí. Así me aseguro de no olvidarlo en casa cuando salimos. ¿Qué hombre se olvida los platos del asado? (es una cosa menos que debo recordar yo).
Los clips de las manzanitas con hojas verdes, para sostener el mantel y evitar que se vuele, los compré hace muchos años en una liquidación de Crate and Barrel. Al ser brochecitos sirven para cualquier mesa o mantel, y no se rompen tan fácil como los clips que se agarran del borde de la mesa.
El segundo kit de picnic fue un regalo. Es una canasta más adecuada para el baúl del auto y para la hora del té. Contrariamente a lo que parece, es sumamente liviana.
Trae un juego de platos (son muy chicos para asado y grandes para las tazas), tazas (sin plato!!!), y cubiertos para cuatro personas, un abridor bastante completo (no es la Victorinox, pero se defiende) y una funda térmica para una botella más chica que nuestro termo. Queda algo de lugar disponible para un par de tupperwares, el mate, y otros accesorios.
Estoy tentada de cambiar la vajilla de loza que trajo la canasta por sus equivalentes en melamina y agregar unos vasos. ¡Más vale prevenir que curar! ¿Quién quiere ensombrecer un picnic con platos rotos?
Faltaron para la producción fotográfica (porque esta fotógrafa, sin una escalera, no alcanza el estante donde están guardados), el calentador de agua (que se conecta en el encendedor del auto) y los dos termos de boca ancha. Son similares a estos:
http://www.coleman.com/coleman/home.asp
Monstruitos todo terreno. Cuando viajamos al sur, la noche anterior pusimos agua y jugo en el freezer, en recipientes que cabían en los termos y fácilmente desmoldables. Minutos antes de partir, desmoldamos los cubos de agua y jugo, los pusimos cada uno en su termo y completamos la capacidad con agua y jugo bien frío de la heladera. En realidad, el jugo lo congelamos en su mismo tetrabrik y luego lo "pelamos" ... pero es más fácil si no hay que cortar el envoltorio, etc. Mantuvieron la bebida bien fría hasta bien entrado el día siguiente, con cruce por la ruta del desierto incluído.
Hace poco, fuimos a la costa por un fin de semana y decidimos no llevar la heladerita (a decir verdad, nos olvidamos de ir a buscarla a la casa de mi hermana -es un bien compartido). Usamos el termo más grande para llevar algunas cosas que requerían frío (para no perder tiempo allá con compras). Con un poco de paciencia y jugando, como los chicos para ver qué cabe dónde, metimos: tres botellitas de yoghurt bebible, dos paquetes de salchichas (de 3), un paquete de queso Philadelphia y dos provoletas. Para mantener mejor el frío, las salchichas y el Philadelphia los congelamos previamente.
Al regreso, trajimos los restos del asado en bolsitas tipo ziploc ahí dentro. ¡Y flor de guiso!
En la próxima oportunidad, tenemos que probar si podemos cocinar utilizando el parasol del auto y la luz del sol. Según estos videos, necesitaré el parasol del auto, una cacerola negra con su tapa, una bolsa para horno, un par de piedritas o similar para que circule aire por debajo de la cacerola, un par de piedras y palitos para sostener el parasol, y un día de sol. ¡Se abre otra dimensión para los menúes del picnic!
¡Vean esto!
Si les interesa este tema, también se puede cocinar en un horno solar portátil, en el balcón, patio o terraza, con buen sol. Más información.
4 comentarios:
Parece un cuento de Hadas! Snow, muy divertidos los videos, hay que ver para creer!! Un abrazo LL
ya mismo me pongo a buscar alguien que me lleve a Lomas a descubrir ese lugar, no tenia ni idea. el picnic no te lo prometo, que barcito me recomendas por ahi cerca.?
Uuuhhh hace más de diez años que voy por ahí. Y siempre entré por el lado de Lomas, por la calle Garibaldi, hasta el cementerio y si seguís unos metros más hay un ingreso al bosque (no siempre estaba habilitado para autos). Si vas por el lado del Camino de Cintura, después de pasear por el predio de la facultad en Santa Catalina, podés seguir hasta Monte Grande o Canning (donde últimamente se han desarrollado unos cuantos countries y los shoppings correspondientes)
Gracias muy buena data para el picnic
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