Tantos huevos dando vueltas, de Pascua, de chocolate, manualidades con huevos pintados o teñidos, tejidos o al crochet, búsquedas de huevos por el jardín y distintos rincones de la casa, me llevaron de regreso al jardín de mi abuela paterna.
En el fondo, había un sector alambrado, con un pequeño tinglado techado separado en dos corrales más pequeños, otro sector techado con un par de perchas y un área de esparcimiento y picoteo donde se paseaban y se alojaban un o dos gallos (según la época) y varias gallinas.
Una de nuestras actividades favoritas era buscar los huevos que las ponedoras dejaban en sus nidos o bajo algún arbusto. La búsqueda de ese tesoro era un pasatiempo de todo el año, no se limitaba a las fiestas de Pascuas.
Una de nuestras actividades favoritas era buscar los huevos que las ponedoras dejaban en sus nidos o bajo algún arbusto. La búsqueda de ese tesoro era un pasatiempo de todo el año, no se limitaba a las fiestas de Pascuas.
La recompensa a nuestros esfuerzos era un huevo pasado por agua (3 minutos), servido en una huevera, condimentado con una pizca de sal, para el desayuno. ¡Qué fácil nos recompensaban por nuestra labor! ¡Con qué facilidad nos convencían de comer!
Nosotros lo habíamos "cosechado", no se nos hubiera ocurrido hacer mohínes o rechazar ese manjar. La anticipación de romper con cuidado la cáscara en la parte superior haciendo un agujero suficientemente grande para poner la cuchara, sin quemarnos, soplar despacito para enfriarlo y disipar el vapor, la clara semidura y la yema dorada, líquida, sabrosa. Mmmm, se me hace agua la boca ...
Supo haber, en ese gallinero, según contaban mi padre y uno de sus amigos, un gallo poco sociable, con tendencias ninjas que lo lanzaban al ataque, con alas desplegadas y espolones listos para hacer daño, ante la presencia de cualquier humano, con la honrosa excepción de mi abuela.
Nosotros lo habíamos "cosechado", no se nos hubiera ocurrido hacer mohínes o rechazar ese manjar. La anticipación de romper con cuidado la cáscara en la parte superior haciendo un agujero suficientemente grande para poner la cuchara, sin quemarnos, soplar despacito para enfriarlo y disipar el vapor, la clara semidura y la yema dorada, líquida, sabrosa. Mmmm, se me hace agua la boca ...
Supo haber, en ese gallinero, según contaban mi padre y uno de sus amigos, un gallo poco sociable, con tendencias ninjas que lo lanzaban al ataque, con alas desplegadas y espolones listos para hacer daño, ante la presencia de cualquier humano, con la honrosa excepción de mi abuela.
En esa época, a los plumíferos se les permitía pasearse por todo el jardín durante el día (en mi época, estaban siempre encerrados). Con este gallo cocorito reinando en el jardín trasero, cualquier incursión al exterior, implicaba entreabrir la puerta de la cocina, manotear la escoba estratégicamente ubicada, contra la pared, a la derecha de la puerta y avanzar armado, preparado para jugar al tenis cuando el gallo se abalanzara sobre uno.
No tuve el placer de conocer al gallo en cuestión. Su reinado llegó a su fin, el día que decidió atacar a mi abuela.
Fue derrocamiento, pescuezo retorcido, desplume y pollo a la cacerola, en una sola escala.
Los huevos por el ... acá
Los huevos por el ... acá
Les propongo salir, por unos momentos, de nuestra zona de confort en diseño y decoración para preguntarnos:
1) Si tuviéramos el espacio y lugar adecuado,
2) Si viviéramos en un country, una chacra, club de campo o similar,
3) Si estuviera permitido (en algunas zonas o barrios puede no estarlo),
3) Si estuviera permitido (en algunas zonas o barrios puede no estarlo),
¿Tendríamos un gallinero? ¿Nos gustaría buscar y juntar los huevos todas las mañanas? Llegado el momento, ¿se animarían a matar un ave, desplumarla y cocinarla? ¿Podríamos convivir con el canto madrugador del gallo? (¿y los vecinos?)
Mi madre cuenta que, antes de casarse, había dos temas que la atormentaban: tener que zurcir las medias de su marido y tener que matar y desplumar los pollos. ¡Cuánto han cambiado los tiempos! ¿no?
Estos son algunos de los modelos de gallineros urbanos o para jardín que se promocionan en Estados Unidos o en Europa. Todos tienen puertas para acceso de las aves, otras para acceder a los nidos para retirar los huevos, bandejas deslizables para facilitar la limpieza de los pisos y camas, ventanas de ventilación (con protección para evitar el ingreso de depredadores). Algunos, incluso, tienen ruedas para desplazarlos fácilmente por el jardín.
Al momento de irnos de vacaciones, ¿encontraríamos alguien para cuidarlos o una pensión donde dejarlos? Norma2 nos contaba, en su blog "Siempre es primavera" acerca de un emprendimiento de estas características en Inglaterra. (click acá)
El programa Pro Huerta del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) publicó una cartilla y una serie de videos con instrucciones y los requerimientos mínimos para aquellos interesados en contar con un gallinero, para una economía familiar o un micro emprendimiento. Click acá o acá para ver la cartilla.
Videos ProHuerta
Fuentes:
http://www.countryliving.com/cm/countryliving/images/Araucana-Hens-Barn-Home-HTOURS0706-de.jpg
http://www.inta.gov.ar/extension/prohuerta/info/carpetas/granja/index.htm
http://www.mypetchicken.com/catalog/Chicken-Coops
http://maderayjardin.com/imagenes/IMG_DES/gall%20fornos_001.jpg
http://www.jjlocations.co.uk/location_images/o.02082.27.jpg
http://www.omlet.us/homepage/
http://www.youtube.com
8 comentarios:
Me gustó mucho tu entrada. La manera de hablar de tu infancia, de tu familia, de los valores de antes. Te cuento que a mí me gustaría tener gallinas y por dónde vivo varias personas tienen y se las vé caminando por las calles y el gallo aunque vive a 2 cuadras de mi casa lo escucho, especialmente cuando mi marido viene de BsAs y llega al amanecer. A la larga el canto del gallo a la mañana porque dura a veces durante toda la mañana es una compañía placentera. Forma parte del lugar.
Un abrazo.
Qué linda nota! Te cuento que mi suegra todavía tiene gallinero, nada tan elegante y sofisticado como estás casitas (solo por la casita tendría gallinero)un pedazo de terreno en el fondo con una construcción de madera y alambre (de gallinero) puesto en rectángulo.
Cuando mis hijos eran chicos todos los domingos nos traíamos 1 o 1 y 1/2 docena de huevos frescos, también limones, mandarinas, naranjas y pomelos según la estación!
Ahora son viejitos y solo hay unas pigmeas y un gallito pigmeo y a mi perrita Chipy, le encanta correrlas y asustarlas, se arman cada trifulcas, con las gallinas cacareando y corriendo desesperadas por huir de Chipy!!!
Mi familia es gente de ciudad, la capital recibió a mis abuelos, por ambas partes, y aquí se quedaron!
No hay cultura de campo, pero mi mamá siempre decía que le gustaría tener un gallinero!!!
Un beso y gracias por los lindos recuerdos que traes siempre...
Me encantaría tener gallinas. Cuando era chica me gustaba ir a buscar el huevo puesto por la bataraza o la gallina blanca, la señal para recogerlo era el alboroto que se armaba en el gallinero cocorococó!!..., cocorococó!!... anunciaban. Aún tibio, mi mamá batía la yema con azúcar y un poquito de oporto. Qué ricoo!. Sabores de la infancia que no olvidaré.
Me ha encantado leer tu entrada y compartir tan bonitos recuerdos,
Bss y felices días de Pascua
Cecilia
mi bisabuela se acuerda de las epocas en que los abuelos de la gente tenia su huerta, arboles como los que adornan tu pagina, increibles aromas en primavera y en verano dulces deliciosos. Del gallinero el recuerdo no es tan grato.Habia que armar unos inmundos preparados de leche y pan duro, mucho olor, buuhhh. A mi bisabuela tambien la corrio un gallo y es algo que no se olvida. En cuanto a las gallinas, no olvidar que en esas epocas siempre habia alguna persona en cada casa de corazon simple y natural ( ahora le diriamos duro pero era un tema de supervivencia del mas apto) que no le hacia asco a retorcer ningun plumifero pescuezo.Yo sigo prefiriendo el super, perdoneme chicas. Pero igual, fijense como puede haber gente con hambre en el Gran Bs.As .por ejemplo, si los abuelos hacian estas cosas y practicamente se autoabastecian. Hasta un vino horrible de uva chinche en un aparato grandote tenian. Bueno me fui de tema .Gracias por el recuerdo¡¡¡ Besos.
qué linda tu entrada y que cantidad de información!!
Lo que más me gustó fue la manera con la que relatas tus recuerdos de la infancia!!
Saludos y buena semana
Fiona
www.estilofiona.com
Un lindísimo recuerdo de mi niñez era acompañar a mi abuela a alimentar a las gallinas de su gallinero y recolectar los huevos.Tu entrada me hizo acordar y emocionar. Te mando un beso!
estoy en uno de los mejores hoteles en Londres de vacaciones pero en mi casa tengo un gallinero.. a mi familia y a mi nos encanta los animales y estar en el campo.
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